Cuando a plena luz del día, enraizada se encuentre mi alma,
Y seas por lejos la causa de que mis ojos rieguen este desierto,
La quebradiza senda de mi herida esperanza, ruega en silencio
El perfume de tu presencia.
Quemantes rayos solares incineran en un abrazo más que ardiente
Mi pálida ilusión de contenerme en tu distancia,
Hilos de lágrimas vaporizadas ascienden desde este desierto
Para luego caer de nuevo en lluvias rozando tu piel.
La sed de bezos me hacen ver espejismos,
Y el oasis de pasión dista desvanecido en imagen;
Lo que parece mi muerte segura sobrevuela en círculos
Ya sobre mi cabeza se anuncia la desventura.
Pisando las sombras de mis pasos, evoco en silencio
En un último suspiro diluido en el viento tú nombre;
Se aleja indiferente sobrevolando mis penas
Esperanza inútil en pleno desierto….
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